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Las creencias incorrectas, que no se corresponden con la realidad y el fenómeno del
rayo, son peligrosas para la seguridad de las personas.
A continuación, se presentan algunos de estos mitos.

Mitosrelacionados con los indicios de peligro

Si no llueve o no hay nubes de tormenta, las personas están a salvo.

  • En realidad, los rayos pueden viajar varios kilómetros: la distancia típica recorrida es de 9 kilómetros, pero el récord lo tiene un relámpago que cruzó Brasil en 2018, desde el noreste de Argentina hasta el océano Atlántico, recorriendo 709 kilómetros. Por eso, se deben considerar todos los indicios de tormenta, y, ante cualquiera de ellos, ponerse a salvo.

Los rayos nunca caen dos veces en el mismo sitio.

  • Los rayos impactan preferentemente en el punto más alto, por eso los objetos elevados, puntiagudos y aislados tienen alta probabilidad de convertirse nuevamente en punto de caída de otro rayo.

Si la persona se encuentra en el exterior y se aproxima o se forma una tormenta, no hay prisa en buscar refugio.

  • Más bien al revés: cada indicador de riesgo de tormenta, deja un tiempo limitado y valioso de anticipación para tomar las correspondientes medidas preventivas individuales que pueden salvar la vida de las personas expuestas. Además, la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de Estados Unidos indica que la mayoría de accidentes por impacto de rayo se producen al inicio o final de las tormentas.

Mitosrelacionados con las medidas individuales que pueden salvar vidas

Si la persona se encuentra en el exterior cuando se produce una tormenta, lo más adecuado es buscar refugio bajo un árbol.

  • Esta creencia es muy peligrosa ya que los árboles son elementos altos y, por tanto, tienen mayor probabilidad de recibir el impacto de un rayo. Además, la corriente se dispersa en las raíces generando importantes tensiones de paso. Gran parte de los accidentes derivados de los rayos ocurren cuando las personas se refugian bajo un árbol, como sucedió en 2021 en la India, en un incidente en el que fallecieron 4.

Si la persona se encuentra en el exterior cuando empieza una tormenta eléctrica, tiene que tumbarse en el suelo y así evitar ser el objeto más alto.

  • La dispersión de corriente en el suelo puede causar graves daños, incluso un shock, por la diferencia de tensión entre dos partes distintas del cuerpo (por ejemplo, entre los pies). Por eso, si la tormenta sorprende al aire libre sin posibilidad de refugio, se debe adoptar la postura de seguridad: intentar reducir la altura lo máximo posible en cuclillas y con los pies totalmente juntos.

Dentro de un edificio las personas están totalmente seguras.

  • Los rayos también pueden impactar en las líneas y trasladarse por ellas al interior de las viviendas. Si las líneas no están protegidas de la corriente del rayo, se debe evitar el uso de equipos eléctricos y electrónicos, e incluso desconectar los equipos más sensibles. También se debe alejar de puertas y ventanas.

Mitorelacionado con los primeros auxilios

Tocar a una víctima del rayo provocará la electrocución del que auxilia.

  • Justo al contrario: es totalmente seguro tocar a una víctima, que, además, puede requerir de una intervención rápida para salvar su vida mientras llega la atención médica.

El compromiso de las instituciones para difundir las normas individuales de seguridad evita accidentes letales.